miércoles, 21 de septiembre de 2011

UN MINISTERIO DEL AMBIENTE QUE NO PROTEGE LA FAUNA SILVESTRE




Nuevamente la gente del Acuario de Valencia !
Ésta vez tras un caimán del Orinoco, una de las 12 especies con mayor riesgo de  peligro de extinción en nuestro país.
Éste aparentemente mal llamado Caimán, ya que en realidad se corresponde con un cocodrilo,  el Crocodylus intermedius, propio de la cuenca de nuestros llanos venezolanos, específicamente la cuenca del Orinoco, así como de los llanos del Arauca, y uno de los grandes cocodrilos al igual que el propio del Nilo,  está siendo objeto de la atención de esta dependencia valenciana empeñada en hacerse un público en su permanente y triste exhibición animal a costa del sufrimiento y vida de éstos.  Ahora tras la pista de Pepito, el cocodrilo al que hacemos referencia, al que suponen tienen al alcance. Otro ejemplar para garantizar el atractivo en el Acuario.  
Y es ahora que divisado recientemente en un tramo del rio Cabriales en el estado Carabobo pero  aparentemente localizado en este río desde 2008 de acuerdo al  monitoreo que se le sigue desde 2003 por quienes tienen a su cargo el estudio de estos ejemplares, que adquiere notoriedad pública emprendiéndose toda una campaña para intentar atraparlo y que afortunadamente ha sido fallida y temeraria.


Irremediablemente hay que preguntarse dónde está el Ministerio del Ambiente y si está siendo competente en sus funciones, cuando se insiste en capturar al cocodrilo para mantenerlo en el Acuario de Valencia, el triste destino de las célebres toninas, en vez de intentar recuperarlo y garantizar su traslado a su hábitat natural, ahí donde pertenece, donde integra la vida silvestre local, esa que le corresponde vivir en el Capanaparo, en el Cinaruco y que se le quiere negar.
A nuestro magnífico ministerio del Ambiente se le suman una serie de “expertos” quienes a través de los infaltables tecnicismos justifican ésta barbaridad y cuando no es así tampoco hacen mucho para impedirlo, siempre invocando  la potestad del Ministerio para disponer de la fauna silvestre como mejor le parezca. Y si sabemos de sobra que éste aprueba la presentación en nuestro país de circos que emplean animales, si intentaron el cambio con un acuario de Corea de dos de nuestras toninas por un pez mandarín y algo así como $500.000 en momentos en que el acuario en cuestión ni estanque tenía porque estaba en construcción, si sabemos que dispone de las toninas libres a voluntad para reponer las que mueren por negligencia en el Acuario de Valencia, pues razones de sobra tenemos para sentirnos intranquilos.
Los representantes del Acuario tienen su interés centrado en garantizar el atractivo de su show a costa de lo que sea. No olvidemos que la reciente remodelación y reparación de los estanques obedeció a la presión ejercida por las denuncias por parte de quienes velan por el bienestar animal, los medios de comunicación y la opinión pública lo que generó la intervención de una comisión de la AN. No se trató de un ministerio ó un acuario legítimamente preocupados por la  “inexplicable” muerte este año de 5 toninas de este centro de “entretenimiento”.
Rechacemos la captura de Pepito para el Acuario de Valencia.




El Capanaparo y el Cinaruco lo esperan.
El Ministerio del Ambiente debe ser garante de la defensa de la vida silvestre y atender los objetivos de preservación de las especies en riesgo ó no de extinción en nuestro país.












CIRCO SIN ANIMALES




NO ACEPTEMOS MÁS ESTA BARBARIDAD Y LO QUE HAY TRAS BASTIDORES





DEFENDAMOS EL CIRCO SIN ANIMALES.

EL ESPECTÁCULO DESARROLLADO POR EL HOMBRE, PARA EL HOMBRE